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El “Convento” de Lausana, Suiza, se realizó en Septiembre de 1875. Este encuentro de Supremos Consejos, convocado con el fin fundamental de revisar las Grandes Constituciones de 1786 y definir los Principios del R.˙.E.˙.A.˙.A.˙., dejó una huella imborrable en la forma en que concebimos la masonería.
Todo el proceso anterior al evento y su desarrollo han adquirido un carácter apenas anecdótico frente a la dimensión, la certeza y la sabiduría de su Declaración de Principios. Que reconoce al Gran Arquitecto del Universo como “Principio Generador”, promueve la libre investigación, abre las puertas a todas las nacionalidades, razas y sistemas de creencias, prohíbe la discusión política o religiosa, lucha contra la ignorancia, obedece las leyes,y practica la justicia y el amor a los semejantes.
También esta Declaración de Principios hoy es sumamente actual ya que en tiempos donde podemos ver intolerancia, violencia y discriminación tales postulados deberían ser una referencia permanente entrelos Hermanos/as.
Este convento se celebró del 6 al 22 de Septiembre de 1875, “por invitación expresa y formal de Supremo Consejo de este país, con el objeto de deliberar reunidos sobre un nuevo Tratado de Alianza y Confederación entre las Potencias Masónicas Escocesas, y para armonizar con las exigencias legitimas de la civilización moderna el texto de las Grandes Constituciones de 1786 y los rituales de la Orden.”
Las reformas de Lausana fueron redactadas en el texto original en francés y latín, y se encuentran presididas por “siete puntos principalesde la doctrina antigua e imprescriptible de nuestra Orden” y una Declaración de principios. Por último se agregan a ellas un texto de 96 páginascon indicación expresa de que el Rito Escocés Antiguo y Aceptado consta de 33 Grados con una minuciosa indicación de fórmulas, señas, palabras de paso,tocamiento y baterías de cada uno de ellos. La mayoría de los Supremos Consejos del Grado 33 del Rito Escocés Antiguo y Aceptado han adoptado las reformas introducidas por el Convento de Lausana de 1875.
Los Grandes Supremos y Universales Inspectores reunidos en Supremo Consejo,deliberaron y sancionaron los Decretos, los cuales son y para siempre serán las CONSTITUCIONES, ESTATUTOS Y ORDENANZAS para el gobierno de los Consistorios y otros Cuerpos Masónicos, sometidos a la Jurisdicción de dichos Grandes Inspectores.
Hoy los rayos del Sol comienzan a caer directamente sobre el Trópico de Cáncer, produciéndose el Solsticio de Invierno en el Hemisferio Sur.
Es el día más corto y la noche más larga del año. Y el Sol entra en Cáncer. Según las culturas indígenas, en la mañana del día del Solsticio, con los primeros rayos de sol, se renuevan las energías entrando en las aguas frías del Sur.
El solsticio de invierno es el tiempo de ir a lo más profundo del interior de uno mismo. Ese interior oculta aspectos de nosotros que pueden resultar difíciles de percibir en la realidad cotidiana.
Con frecuencia, nos encontraremos con lo más oscuro y áspero de nuestro ego. Y allí, en esos mismos terrenos cenagosos, habitan los seres luminosos, que permitirán que crezcan nuevas flores.
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Lo que unas décadas atrás fue ciencia ficción, hoy es una realidad: Una realidad que fascina a todo el planeta. La I.A a través de sus plataformas, se instala en nuestras vidas, nos seduce, nos facilita nuestro accionar cotidiano, nuestro trabajo, nuestro acceso a la información, nos ayuda a resolver problemas; y aún desconocemos la influencia que tendrá en el futuro.
La pregunta que sin dudas aparece desde todas las disciplinas, es como armonizar o conciliar la I.A. con el libre pensamiento.
La masonería busca a través de sus prácticas y doctrinas, alentar el libre pensamiento de sus iniciadas. Se podría decir en forma simple, que un libre pensador es quien forma sus opiniones, sobre la base de la razón, y esta última, es una herramienta del pensamiento crítico. Como recordamos en los grados simbólicos, la masonería nos enseña a discernir por nosotras mismas, entre el bien y el mal, entre el error y la verdad; nos da las herramientas para que podamos realizar el libre examen que emancipa al ser humano; despierta en nuestro corazón el sentimiento de la propia dignidad, a fin de escapar de la servidumbre de pensar y creer como a otros conviene, liberándonos de todo tipo de manipulación.
Si bien la IA, a través de su automatismo, y rapidez, gana eficiencia (recursos y tiempo) y eficacia (mejor funcionamiento), puede contener sesgos, ya que son otros seres humanos quienes las programan con sus propios pensamientos. Y dadas sus características de ser masiva, invisible y soberana, sus impactos y efectos serán mucho más graves.
Como sabemos, todas las disciplinas emplean terminología particular, ya sea derecho, medicina, arquitectura, artes, música y más. Por eso, las palabras que se usan deben entenderse de acuerdo con su particular especialización, por ello una breve referencia al tema que hemos planteado.
>La FrancMasonería es una sociedad iniciática que se basa en mitos, que utiliza símbolos y practica ritos, para formar ciudadanos/as en los valores de la Libertad, Igualdad y Fraternidad.
>A la Masonería se accede por iniciación, en una ceremonia cargada de significado y emoción que introduce al neófito en el entorno simbólico y ritualístico propio de la orden y, a partir de ese momento el francmasón/a tiene ante sí un camino de perfeccionamiento en el que no se instruye en ningún sistema ideológico, político, filosófico o religioso, sino que le proporciona los medios para que mediante el estudio, la reflexión y elaboración grupal, descubra por si mismo la mejor forma de convertirse en una ciudadano/a que contribuya al bien común desde la Libertad y Tolerancia.
En el transcurso de ese proceso, de esclarecimiento .en el Rito Escocés antiguo y Aceptado, el más practicado en el mundo, se hace en 33 grados. Los tres primeros grados llamados simbólicos con dirigidos por la Gran Logia. Y, si se desea seguir en el camino de perfeccionamiento los sucesivos grados son llamados Altos Grados o Grados Filosóficos y, ellos son del Grado 4* al Grado 33.*
Este Supremo Consejo Femenino Grado 33 de la Rca Argentina agrupa a las masonas que efectúan ese proceso, y, les proporciona los medios simbólicos, rituales e intelectuales para que puedan hacer ese recorrido, más allá de las Logias que trabajan en los tres primeros grados.
Para conocer un poco más del Rito, diremos que es el conjunto que engloba la estructura orgánica, la forma ceremonial, la disposición del templo, las decoraciones de los masones/masonas, usos, costumbres que les permiten practicar sus grados y realizar su propio potencial iniciático, filosófico y cultural. El R.•.E.•.A.•.A.•., es un rito masónico derivado de un sistema escocés que se practicaba en París a mediados del S XVIII. aunque tiene referencias caballerescas y su mito le hace remontarse a las Cruzadas. El R.•.E.•.A.•.A.•. se enmarca en una nueva sociedad ilustrada durante el S XVIII. Este rito está administrado en los diferentes países por los respectivos Supremos Consejos.
El R.·.E.·.A.·.A.·. se agrupan en serie de grados: ”Masonería Azul”, que abarca los tres primeros grados y son gobernados por una Gran Logia . A partir de allí gobernados por un Supremo Consejo, donde los grados de 4* al 18* son llamados Capitulares o •Masonería Roja”. La tercera serie, llamada Grados Filosóficos o “Masonería Negra” que abarca los grados 19* al30*, que a su vez se dividen en grupos y luego la cuarta serie llamada Grados Administrativos o “Masonería Blanca”.
Cada grado tiene un contenido a desarrollar, pero especialmente se profundizan los grados 1,2,3,4,9,18,19,24,30,31,32,33. Los tres grados de Maestro Masón, o sea, el 3*, el 18* y el 30* representan la verdadera escuela de la Masonería escocesa en la actualidad, pues en ellos se encuentra el puro espíritu masónico y se enseña a practicar los principios de la Institución y a trabajar provechosamente en la obra que realiza la Masonería. Por ello son especialmente importantes las iniciaciones a los grados 1*,4* y 19* de acuerdo a las agrupaciones mencionadas, dado que cada una de ellas es el escalón necesario para llegar a los respectivos grados de Maestría.
Se podría decir que los demás grados son complementos necesarios para recorrer un camino de perfección, basados en la Verdad que en cada grado se va revelando un poco más, siempre basándose en el Amor Universal y en la Democracia puesto que el camino se realiza en conciencia de la realidad que nos toca vivir en cada época y en cada sociedad.
Los grados 31*,32* y 33* son complementarios y continuadores del Kadosh en lo que a Orden Interior, Justicia y Rito correspondan.
Los Grados Superiores mencionados que son regidos como ya se mencionó, por el Supremo Consejo,que, a su vez y de acuerdo a las series mencionadas , para sus trabajos reúnen en Capítulos ,luego en Areópagos, y los grados 31 y 32 en Consistorio. que son talleres para desarrollar sus actividades.
En cuanto a los mismos se puede decir que los grados de perfección lo que se busca como fuerza constante es el trabajo de la inteligencia para ser aplicada a las actividades de la vida cotidiana y trascender los factores que pueden ralentizar el progreso de la sociedad.
Antes de finalizar esta breve noción del R.·.E.·.A.·.A.·. que podrá ser ampliada en otras participaciones, diremos que, en estos Grados Superiores se profundizan los conceptos sobre la vida y la muerte, la civilización, el progreso, el derecho, ya sea en su aspecto natural, civil, político, su aplicación en forma justa y equitativa el respecto a la propiedad, el Amor al trabajo. Y, se profundizan muchos temas más que potencian nuestras habilidades, nos hacen mejor persona y nos brinda la oportunidad de comprometernos y tomar acciones para mejorar la calidad de vida en el entorno, la sociedad donde habitamos y, el planeta todo.
Al llegar a la maestría- culminación de los grados simbólicos- muchas veces la iniciada se pregunta ¿Qué hay después del tercer grado? ¿Qué motivación tiene para continuar con los estudios en las Logias de Perfección?
Dos cosas llamaron mi atención para cuando tuve que enfrentar esa decisión: uno fue una nota que hacía referencia al “corazón cívico y simbólico del Rito Escoces” y otro fue la frase “la masonería escocesa gira siempre alrededor de la libertad, concebida como valor cimero y como principio organizador a la par que como derecho-deber del ciudadano”. La idea que nace en los talleres de perfección, justamente haciendo honor a su nombre, no manifiesta una acumulación de simbolismos y variaciones redundantes, sino más bien invita a la profundidad del ser en movimiento y en equilibrio en sus labores profanas y logiales. Las reflexiones se tornan más auténticas a la luz de un estado de conciencia de mayor amplitud y luminosidad, llama al sentido del deber por el deber mismo, sintiendo que somos participes activos en nuestros deberes cívicos estudiando y analizando la libertad de pensamiento, las formas de gobierno, la tolerancia religiosa y el sentido de justicia y la ética.
Las virtudes que transitamos y estudiamos en los tres primeros grados cobran una importancia majestuosa y llaman a lo profundo de nuestra conciencia para que puedan adquirir una dimensión superior. Nos vuelve más críticos pero a la vez la prudencia y la templanza indican el modo de lograr el nivel para obrar con la libertad de los buscadores de la luz.
Porque la búsqueda continúa, se hace más enfocada a lo verdaderamente trascendente, de hecho la maestría cobra una instancia que perfecciona los modos de transmitir la docencia simbólica, brinda nuevas visiones de las mismas herramientas que abren infinitas y potenciales oportunidades de ver la realidad que percibimos, hay una integración con el saber antiguo y universal que inspira a una gentileza y caballerosidad que se percibe en el nuevo simbolismo que proporciona la rica herencia de nuestros antepasados.
Perfeccionar en nuestro Arte es también rendir tributo a nuestra esencia y arte constructivo, con mayor compromiso y desafíos latentes, el masón de los grados de perfección enfrenta día a día el descubrimiento de su conciencia elevada, haciendo parte del principio de individuación que lo hace ser consciente de que forma parte de un todo mayor al que está llamado a contribuir con trabajo y dedicación.